"No pinto el ser, pinto el pasar", dice Montaigne (Ensayos, III, 2), tal vez recordando a Heráclito. Todo está de paso por este lugar: lo mostrado, quien lo muestra, quien lo ve. Al fondo, la montaña Huangshan, en el corazón de China, por donde anduve deambulando hace unos años. Y conste que, si el título de este cuaderno está en francés, es solo porque en español ya estaba ocupado. En realidad, esa imagen, la montaña vacía, es un lugar común del taoísmo. ¿Y no son estos cuadernos, al fin y al cabo, un lugar común por donde todos transitamos? Lugares comunes, lugares ocupados, lugares vacíos.

jueves, 5 de enero de 2012

De poetas y gatos


Hace bastantes años, un conocido editor me comentó que se proponía elaborar una antología de poesía universal inspirada por el gato, empeño para cuya realización andaba ya recabando el concurso de amigos poetas, a quienes pedía que le aportaran originales y una versión al castellano. Deduje que el germen de esa idea estaba en un poema suyo tangencialmente gatuno y publicado no hacía mucho. Ya se sabe que este tipo de recopilaciones, con frecuencia banales, suelen resultar también sorprendentes, pues nos permiten observar varios fenómenos coincidentes o paradójicos: la vastedad de los temas que estimulan la creatividad humana y, al mismo tiempo, la recurrencia de todos ellos en las épocas y culturas más diversas; la presencia de determinados motivos singulares o convencionales en las páginas de los maestros; el poder simbólico que duerme y despierta en cada objeto sometido a la humana reflexión…


Mi primer reflejo fue pensar en composiciones conocidas, como las de Borges y Neruda, la clásica de Baudelaire, las numerosas de Eliot, la algo más recóndita de Umberto Saba, incluso alguna china… Todas las tenía ya fichadas. Le propuse entonces mi versión de un poema de William Carlos Williams, que he publicado después en este mismo cuaderno, pero tenía ya una versión hecha por un poeta amigo. De modo que me ofrecí a buscar un poco más. En internet, que no era entonces la cornucopia que hoy es, indagué en primer lugar los antecedentes de su proyecto en los catálogos de las bibliotecas entonces accesibles, y el resultado fue abrumador: decenas y decenas de antologías del gato, en todos los formatos, en varias lenguas; obras enteras dedicadas al felino, dialogadas, noveladas, teatralizadas, en verso y prosa, con o sin ilustraciones… Acudí después a mis libros, siguiendo algún vago recuerdo o la intuición, y hallé cuatro piezas: dos anecdóticas de poetas franceses menores y otras dos, más interesantes, en inglés. Las traduje todas y las envié al editor, que al cabo de un tiempo me comunicó que desistía del intento, tal vez debido a su excesiva multiplicidad o amplitud, o a su escasa novedad, o vaya usted a saber.



Recientes antologías literarias del gato

Traigo aquí hoy los originales y mis versiones de los dos poemas en lengua inglesa, de los que sólo me atrevería a señalar lo siguiente: que ambos escenifican una comunicación imposible, proyectando sobre ese interlocutor mudo un fatalismo existencial, por decir así, solipsista; que esta visión, expresada con irónico optimismo político en el primer caso y con descarado pesimismo metafísico en el segundo, converge en una estampa de radical soledad, que es la del hombre contemporáneo quieto ante un universo fluctuante; y que esa posición de pura contingencia apela a un ser inconsciente, bien para exonerarlo de la angustia, bien para hacerlo sordo partícipe de ella, en ningún caso para permitirle superarla. El gato misterioso, faraónico, mítico, eterno, ha desaparecido para dar paso a un ser diminutivo, estólido, limitado, indefenso, que, a semejanza de su amo, sestea resignado al margen de la Historia o espera una inútil ayuda encaramado a su propia perplejidad.


ELIZABETH BISHOP

Lullaby for the cat

Minnow, go to sleep and dream,
Close your great big eyes;
Round your bed Events prepare
The unpleasant surprise.

Darling Minnow, drop thy frown,
Just cooperate,
Not a kitten shall be drowned
In the Marxist State.

Joy and Love will both be yours,
Minnow, don’t be glum.
Happy days are coming soon–
Sleep, and let them come …

Nana para el gato

Duérmete ya, Minino, dulces sueños,
esos ojazos cierra:
en torno de tu cama los Sucesos
fraguan malas sorpresas.

Minino mío, alegra esa carita,
vamos, no cuesta tanto:
no se verá en el Estado marxista
ningún gatito ahogado.

Te aguardan el amor y la alegría,
no te pongas mohíno:
mientras tiempos felices se aproximan,
duerme, espera, gatito…



RANDALL JARRELL

The happy cat

The cat's asleep; I whisper kitten
Till he stirs a little and begins to purr–
He doesn’t wake. Today out on the limb
(The limb he thinks he can’t climb down from)
He mewed until I heard him in the house.
I climbed up to get him down: he mewed.
What he says and what he sees are limited.
My own response is even more constricted.
I think, “It’s lucky; what you have is too.”
What do you have except–well, me?
I joke about it but it’s not a joke:
The house and I are all he remembers.
Next month how will he guess that it is winter
And not just entropy, the universe
Plunging at last into its cold decline?
I cannot think of him without a pang.
Poor rampled thing, why don’t you see
That you have no more, really, than a man?
Men aren’t happy: why are you?

El gato feliz

El gato está durmiendo; yo susurro
gatito y ya se mueve y ronronea…
No se despierta. Hoy en aquella rama
(de la que cree que no puede bajar)
maulló hasta que lo oí desde la casa.
Trepé para bajarlo: él maullaba.
Lo que ve, lo que dice es limitado;
y más cohibida aún mi reacción.
“Suerte”, pienso, “también por lo que tienes”.
¿Pero qué tienes sino… en fin, a mí?
Lo tomo a broma pero no es de broma:
la casa y yo colmamos su memoria.
¿Cómo podrá saber el mes que viene
que es invierno, no la entropía, el fin
del universo hundiéndose en el frío?
Si pienso en él siento remordimientos.
Pobre jorobadito: ¿es que no ves
que, en realidad, no tienes más que un hombre?
Y el hombre no es feliz: ¿por qué tú sí?

2 comentarios:

  1. para que veas que he visto tu blog! Me encanta esta entrada de los gatos, me quedaría seguro con alguno de ellos!

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  2. El gran recopilador de literatura de gatos, en España, fue Alberto Sánchez, en cuya bibliografía se encuentran noticias, textos,etc. Era catedrático de literatura, en Madrid, de IES, a finales del siglo que se fue.
    Abrazos gatunos

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