De entre las numerosas joyas que habitan el álbum Revolver (1966), "For no one", de McCartney, me ha perseguido siempre con su melancólica belleza. El tema es más bien trivial: se ha producido la ruptura, ella se evade y pasa página; él se atormenta, se resiste a aceptar, recrimina vacíos. Paul había cantado ya los problemas de su relación con la actriz Jane Asher, su novia oficial de 1963 a 1968, y ahora anticipa un fracaso definitivo que en la vida real tardaría aún en llegar. En los lugares habituales de la red puede hallarse la información esencial sobre composición, grabación y crítica. Tan solo añadiré que, de entre las canciones de McCartney, esta era una de las pocas favoritas de Lennon.
El inicio es abrupto, como el despertar que la letra describe, alargado en una sola nota (cosa frecuente en las composiciones de John, no en las de Paul) y con una rima de chasquido entre breaks y aches que sitúa ya toda la meditación dentro de una especie de jaqueca amorosa. A partir de ahí, el acierto de la letra, pese a varias concesiones a la facilidad, reside en el paralelismo de la composición (lo que hace ella, lo que hace él; por la mañana, por la noche), que va esbozando una especie de escena doble, simultánea, contrastante, en la que ciertas reiteraciones expresan lo obsesivo de la situación: una situación mental. La secuencia, insistente como el pensamiento mismo, descansa sobre una línea melódica exquisita, clásica, de esas que sólo Paul era capaz de concebir; avanza sobre un entreverado a un tiempo severo y barroco de piano y clavecín, ambos tocados por el propio Paul; y la voz del cantante es la de aquellos años, pura luz y materia dúctil. La atmósfera se apuntala desde el centro exacto de la pieza gracias a un bellísimo (aquí sí vale el superlativo) solo de trompa, ideado por Paul, puesto en partitura por George Martin y ejecutado con sabia delicadeza por el instrumentista Alan Civil; esa línea de trompa, como el recuerdo, volverá al final para situarse en segundo plano de la última estrofa, en un ostinato que declara ya aceptación, tristeza, fin.
La letra fue traducida primero libremente en forma de soneto (de ahí los comentarios); y ahora, más libremente todavía, en cinco estrofas de tres versos, con una misma rima asonante en los versos primero y tercero de todas ellas.
La letra fue traducida primero libremente en forma de soneto (de ahí los comentarios); y ahora, más libremente todavía, en cinco estrofas de tres versos, con una misma rima asonante en los versos primero y tercero de todas ellas.
FOR NO ONE
Your day breaks, your mind aches,
you find that all her words of kindness linger on
when she no longer needs you.
She wakes up, she makes up,
she takes her time and doesn't feel she has to hurry:
she no longer needs you.
And in her eyes you see nothing,
no sign of love behind the tears.
Cried for no one.
A love that should have lasted years.
You want her, you need her,
and yet you don't believe her when she says
her love is dead: you think she needs you.
[French horn solo]
And in her eyes you see nothing (…)
You stay home, she goes out,
she says that long ago she knew someone,
but now he's gone: she doesn't need him.
Your day breaks, your mind aches,
there will be times when all the things she said
will fill your head: you won't forget her.
De mañana y tú venga a darle vueltas,
resuenan sus palabras en la casa
sin ventilar de la memoria llena.
Se levanta, ya no hay prisa, se arregla.
Eso son cosas del pasado, dice,
como si desde siempre lo supiera.
Se hace tarde y tú venga a darle vueltas,
entras en la oficina bostezando,
te duele el corazón en la cabeza.
Sus palabras serán tal vez eternas,
seguirán resonando con un eco
lejano de susurro y de jaqueca.
Pero en sus ojos no quedará huella
de tanto amor: son lágrimas por nadie.
Y se hablaba de boda en primavera.
Bravo, hermano, tanto por el comentario de la canción como por el soneto pop.
ResponderEliminarHemos compartido la audición de la canción -y de todas las de los Beatles- muchas veces y nos hemos emocionado juntos. Por ello, como podrás imaginar, no sólo aprecio sino que admiro el post. Enhorabuena y ánimo para prodigarte con nuestros amados Beatles.
Te felicito por el blog. Nos encontraremos en él.
Sabas Yagüe.
Chiqui: se trata de resonar con lo que uno admira y ha hecho suyo emocionalmente. Las letras del rock son intraducibles, y a mí siempre me han dado grima esas versiones línea por línea que andan por ahí... Gracias por comentar.
ResponderEliminarÁngel: gracias, hermano. Entenderás que no me atrevería a escribir tan libérrimas versiones si no me hubiera empapado durante años en todo ello, como bien sabes. Espero perseverar.
¡Se perdió mi primner comentario? Me identificaba con la más vieja de las generaciones de los Beatles, cuyo Hey Jude escuché en un barco del puerto de Saint Malo, que era discoteca, allá por el 68... Y desde entonces... En algún momento me he planteado (habrá que hacerlo) el clasiciscmo logrado a base de entusiaswmo durante medio siglo, sin competencia posible con la otra línea musical, la seria. Y encontraba la versión del soneto algo alejada de lo que cuentas y del original inglés, como si hubiera habido algún tipo de imposibilidad o de incompatibilidad. No sé.
ResponderEliminarEn todo caso, estupenda entrada. Y va otro piroñpo, Javier: este tipo de "blogs", el tuyo, dignifican el curioso género de la red.
Gracias, Pablo. Espero poder también hablar de "Hey Jude", pero ahí temo alargarme demasiado, porque es uno de mis "monstruos"... En cuanto al soneto, alejado es, aunque yo no lo veo incompatible. Es una variación, una reconstrucción a partir de lo esencial: secuencia doble, obsesión, negación, fracaso, "your mind aches". El tono conjura la planicie o cursilería con que rápidamente nos castiga una letra de canción en inglés cuando salta fuera de su idioma. Probaré otras posibilidades... a ver si os gustan más. En lo que se me alcanza, esto nadie lo ha intentado en serio. Gracias otra vez por tus ánimos.
ResponderEliminarPues verás, yo empecé a traducir a Cohen (anda también en el blog), obviamente sin los conocimientos que tú tienes,a puro corazón, porque encontraba que en ese universo de canciones con que nos han ocupado felizmente parte de nuestra vida hay calidad, frescura y, por lo menos, memoria de nuestra travesía. Cobré conciencia en esa ocasión, pero muy clara, de que la música –digamos– moderna, viva y actual (Beatles, Cohen, Dylan...) estaba enterrando la línea de la música clásica, que lo hacía desde mediados del siglo pasado, irremediablemente, aunque nadie lo diga limpiamente. Tençia pensado decir algo semejante, con textos y versos, en mi cuaderno; y he aquí que hoy precisamente, en una conferencia en mi asignatura de la UAM (Poesía actual), Germán, ahora en Princeton, apuntaba al Hip-hop y el rap (también lo he aireado en otra entrada, ¡sin completar!) como los lugares donde se está produciendo poesía auténtica.
ResponderEliminar¡Qué largo!
Javier, no era una crítica, sino un comentario. Entiendo lo que quieres hacer; también sé que eres un excelente traductor, así que dónde empieza el poeta y dónde acaba el traductor? Difícil tarea.
ResponderEliminarHay poetas ingleses que han traducido a poetas españoles con un básico conocimiento del español. Siempre es interesante el resultado. Este no es tu caso; por eso que más difícil, creo.
Hace muchos años que vivo con un traductor de poesía...
Bueno, Chiqui, así lo habia entendido. Por eso resumía mi intento: "resonar con lo que uno admira y ha hecho suyo emocionalmente". Traducir canciones es muy difícil y admite muchas variantes, no sólo por el enfoque que se puede adoptar, sino porque hay letras y letras. Trataré de abordarlo en un próximo post. Gracias otra vez por tus comentarios.
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