Si no se ha hecho, debería hacerse una antología de nuestra poesía inspirada por obras pictóricas: eso que llaman la ecfrasis, pero en verso. Hay quien ya se dedica a ello en internet, como Santiago Elso en su blog. Sorprende la inexistencia de esa recopilación, sobre todo si se piensa que nuestra lengua alberga obras tan deslumbrantes como El Cristo de Velázquez (1920) de Miguel de Unamuno, “monográfico” inspirado por un solo cuadro, o A la pintura (1948) de Rafael Alberti, mosaico de impresiones, figuraciones y semblanzas sobre pintura y pintores. Tampoco faltan poemarios dedicados íntegramente a esa descripción, paráfrasis o recreación de lo visual en lo verbal: a comienzos del siglo XX, en clave más bien retórica, Retratos (1902) de Antonio de Zayas, y Apolo (1911) de Manuel Machado; más o menos un siglo después, Las musas inquietantes (1999) de la uruguaya Cristina Peri Rossi, marcado por una orientación feminista, y Claroscuro (2002) del chileno Gonzalo Millán, centrado en el arte de Caravaggio. De modo que, desde aquí, yo me ofrezco para emprender esa búsqueda, si es que nace un audaz editor dispuesto a afrontar el coste de producción del volumen, nada exiguo habida cuenta sobre todo de los gastos que habrían de acarrear la adquisición de los derechos de reproducción y la reproducción misma. Porque se trata de confrontar en páginas contiguas la pintura y el poema, de manera que el lector pueda degustar la relación que las palabras establecen con la imagen. Una relación que, como digo, va de la reflexión a la descripción, de la glosa interpretativa a la generación de un relato. Según ese criterio están diseñadas por ejemplo, en lengua inglesa, las atractivas antologías de Michael y Peter Benton Double vision (1990) y Painting with words (1995), aun muy incompletas.
Tengo cuatro libros constituidos enteramente por poemas inspirados en pinturas: Figura en un paisaje (1993) de Aníbal Núñez, Sombras y variaciones (1994) de Mario Hernández (dedicado exclusivamente a los grabados de Goya), Paisajes en El Prado (1997) de Luis Javier Moreno y Colección privada (2003) de Ramón Cote.
Así que, para engatusar a quien por aquí azarosamente pase (también al deseado editor), me he tomado la libertad de mostrar sendos ejemplos tomados de esos cuatro poemarios, poniéndoles enfrente las correspondientes obras, cosa que solo hace el de Núñez (en blanco y negro). Cabe añadir que el de Moreno se publicó en una editorial artesanal de Luxemburgo (la misma que hizo mis Diez despedidas de la Dinastía Tang en 1996) y que habrá tenido mínima distribución. En cuanto al de Cote, me pareció tan interesante que me fabriqué un álbum paralelo con todos los cuadros poetizados que pude encontrar en la red. Los que me faltaban me los facilitó el propio autor, que cayó por casualidad en este cuaderno.
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Mario Hernández |
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Francisco de Goya |
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Diego Velázquez |
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Aníbal Núñez |
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Claudio Lorena |
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Luis Javier Moreno |
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Jan Vermeer |
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Ramón Cote |
Pasado no poco
tiempo desde que publiqué esta entrada, quiero añadir aquí un libro publicado con posterioridad. Se trata de Nueva guía del
Museo del Prado (2012) de José Ovejero, colección miscelánea que
propone una lectura desafiante, incisiva e iconoclasta (por paradójico que este
adjetivo pueda aquí parecer) de la pintura clásica. Añado que José Ovejero,
residente en Bruselas desde hace muchos años, es un referente para los
españoles que vivimos en esta ciudad, y siempre nos interesa enterarnos de lo
que va publicando.
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José Ovejero |
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Francisco de Goya |
¿Sería mucho pedir que se añadiera un apéndice, unos corolarios o lo que fuese con poemas no ya sobre pinturas, sino sobre pintura, y sobre pintores? No sé si encontrarían acomodo en la obra a los ojos del compilador, pero me he acordado de los poemas de Ramón Gaya: "Velázquez", "Del pintar", "Para el crepúsculo de Michelangelo".
ResponderEliminarSu blog es un rincón que cautiva serenamente mi atención. Hoy, muy egoisticamente,intentaré ignorar la distancia de la geografía de los idiomas y compartir algo de mi universo lingüístico y estético.
ResponderEliminarEs que mientras leía su texto me ocurrieron dos cosas. Distintas pero no opósitas. La visualización del imagen de un cuadro de Maria Helena Viera da Silva – tal vez “Bibliothèque en feu”… -, sus labirintos sus ciudades sus colores; la representación de ciertos versos de Sophia sobre la pintura de su amiga Maria Helena. Las dos son (eran) portuguesas.
Inspirada por los versos de Sophia de Mello Breyner Andresen, poetisa que cantaría “o dia inicial inteiro e limpo” de la revolución de los claveles en algunos de sus bellísimos poemas, Maria Helena crearía un díptico intitulado “a poesía está na rua” (palabra de orden de Sophia en los días que se siguieron al 25 de abril de 1974). Desgraciadamente, los comentarios no me permiten añadir imagines…
Ya sobre Maria Helena, mujer del pintor húngaro Arpad Szenes (vide: http://fasvs.pt) – dos apátridas en Paris durante muchos años-, Sophia escribiría estos versos (la verdadera razón de mi comentario…):
MARIA HELENA VIEIRA DA SILVA
OU O ITINERÁRIO INELUTÁVEL
Minúcia é o labirinto muro por muro
Pedra contra pedra livro sobre livro
Rua após rua escada após escada
Se faz e se desfaz o labirinto
Palácio é o labirinto e nele
Se multiplicam as salas e cintilam
Os quartos de Babel roucos e vermelhos
Passado é o labirinto: seus jardins afloram
E do fundo da memória sobem as escadas
Encruzilhada é o labirinto e antro e gruta
Biblioteca rede inventário colmeia –
Itinerário é o labirinto
Como o subir dum astro inelutável –
Mas aquele que o percorre não encontra
Toiro nenhum solar nem sol nem lua
Mas só o vidro sucessivo do vazio
E um brilho de azulejos íman frio
Onde os espelhos devoram as imagens
Exauridos pelo labirinto caminhamos
Na minúcia da busca na atenção da busca
Na luz mutável: de quadrado em quadrado
Encontramos desvios redes e castelos
Torres de vidro corredores de espanto
Mas um dia emergiremos e as cidades
Da equidade mostrarão seu branco
Sua cal sua aurora seu prodígio
Sophia de Mello Breyner Andresen, in “Dual”
Felicitaciones por este íntimo (no)lugar. Gracias.
Me siento como se entrara en casa de alguién sin antes haber sonado...
Es un viejo y jugoso tema ("ut pictura poesis"), que efectivamente enriquece nuestras perspectivas.
ResponderEliminarJuan Ramón: Sí, claro, todo eso sería posible. Dependería de la extensión del volumen. Pero no me hago ilusiones: es un proyecto de amplitud y no están las cosas para grandes alegrías...
ResponderEliminarSofia: Muchas gracias por el comentario. No conocía en absoluto la figura de M.H. Vieira da Silva. He buscado algunas cosas y observo que el poema resuena muy bien con el espíritu de esa pintura. (Por cierto, soy lector asiduo de poesía portuguesa, y tengo en casa dos libros de Sophia de M.B.A., "Mar novo" y "Coral", regalados por un buen amigo. Tiene momentos de gran intensidad.)
Pablo: Sí, también está la parte teórica, horaciana y de los clásicos, que García Berrio tan bien nos explicaba en la facultad. Él lo analizó, dándole la vuelta, en un libro escrito al alimón con su mujer Mª Teresa Hernández (q.e.p.d.). Me regalaron un ejemplar, con una tarjeta muy amable escrita por ella (que conservo), pero no he conseguido leerlo.
Después de muchos años prometida y esperada, en noviembre, se publicó una antología poética de Sophia M.B.A. –organizada y editada por su hija Maria Andresen de Sousa Tavares, claro: http://livrariapodoslivros.blogspot.com/2010/11/obra-poetica.html . (Pero tal vez ya lo supiese… ) Todavía no la he hojeado. Todavía...
ResponderEliminarDe Millán también puede leer "Autorretrato de memoria" (2005) y "Gabinete de papel" (2008), que completan su trilogía centrada en el vínculo poesía e imagen.
ResponderEliminarAl menos la tarea de una antología local (Chile) es por estos días objeto de mi tesis de magister de edición y sus palabras confirman el interés que tendría un texto de este tipo.
Ciertamente me parece una excelente idea.
ResponderEliminarMuy interesante su blog. Me haré asiduo. Tiene razón, no existe muchos libros. Yo estoy releyendo ahora el W.W. Willians sobre el Bosco. Un placer. Y tengo en proyecto escribir, a modo de monólogo dramático, un poemario sobre Van Gogh.
EliminarUn saludo.
Miguel Manrique